Origen del nombre
Actualmente, esta isla, siguiendo el número de libros en los que está escrito la ley divina, contiene cinco naciones: las de los ingleses, los bretones, los escotos, los pictos y los latinos, y cada una de ellas cultiva en su lengua particular el estudio sublime de la verdad divina.
[2]Beda el VenerableAl terminar el mandato
romano sobre
Britania (la parte sur de
Gran Bretaña), la
isla fue invadida tanto por pueblos
celtas procedentes de
Escocia e
Irlanda como por
tribus gérmanicas venidas de los actuales
Holanda y
Alemania, principalmente
anglos,
sajones y
jutos. Estas tribus acabaron fusionándose entre sí y, en cierta forma, con la población local, principalmente los
Bretones, fundando una serie de reinos en el sureste de Britania. A esta zona le dieron los
francos el nombre de "tierra de anglos", en
latín Anglae terra, que más tarde pasó a utilizarse en la mayor parte de
Europa. Los propios ingleses tradujeron este nombre posteriormente como England.
Es curioso que el nombre de éste territorio varía dependiendo de dónde provenga la denominación: para los
europeos continentales, el nombre de "Tierra de los anglos" fue el que perduró, aun cuando los anglos estaban más al
norte que los reinos sajones en la isla. Sin duda alguna, influyó el hecho de que los reinos anglos de
Northumbria, Mercia y
Anglia Oriental abarcaban el 80% del territorio de la
Heptarquía y a ellos correspondió la supremacía política durante los siglos VI y VII, especialmente durante los reinados de Edwin de Northumberland y de Penda y Offa de Mercia. A esta supremacía política de los anglos se unió una primacía cultural, pues los monasterios de Northumbria, especialmente el de Lindisfarne, se convirtieron en centros culturales de primer orden, de donde surgieron grandes figuras como
Alcuino de York y
Beda el Venerable, que tuvieron una gran influencia en el desarrollo de la cultura de la Europa merovingia y carolingia. Además, concurría un hecho que jugaba en contra de una hipotética Saxonland: y es que en el continente, en la frontera oriental del reino de los francos, se asentaba el pueblo de los sajones continentales, que tras ser sometido por Carlomagno, se integró en el Imperio Carolingio y posteriormente en el Sacro Imperio. El uso de los términos Anglia y angli esquivaba molestas homonimias y evitaba la posibilidad de confundir a los anglosajones con los sajones del Continente.
En el marco de los propios anglosajones, la Historia Ecclesiastica Gentis Anglorum de Beda el Venerable marca una tendencia. En esta obra, las palabras angli, angelfolc y gentis anglorum se utilizan en un doble sentido: En un sentido amplio, designan a todos aquellos pueblos de lengua germánica que invadieron Gran Bretaña a finales del siglo V y principios del siglo VI, ya fueran anglos jutos y sajones.
[3] En un sentido estricto, tales términos se referían exclusivamente a la tribu de los anglos, excluyendo a los jutos y los sajones. Esta terminología fue aceptada incluso por los sajones de Wessex, que a partir de Alfredo el Grande, se titulaban a sí mismos como Rex Saxonum et Anglorum (reyes de los anglos). Sin duda alguna, influyó el hecho de que a partir del tratado de Wedmore (878) y la conquista de Londres, amplias zonas habitadas por anglos cayeran en poder del rey Alfredo. Precisamente fue este monarca, el que, a pesar de ser sajón, hizo todo lo posible por patrocinar una identidad paninglesa entre los pueblos de habla anglosajona de Britannia.
En sus traducciones de las obras de Beda el Venerable se usa el vocablo englisc (inglés), y no saxisc (sajón), para referirse a la lengua anglosajona. Además, la expresión "gentis Anglorum" es traducida por Alfredo como con el vocablo Angelcynn (el pueblo de los ingleses). No en vano, los reyes de Wessex eran descendientes del legendario rey de los anglos Offa (no confundir con Offa de Mercia), que reinó en el Norte de Alemania siglos antes de la gran migración a Britannia. Los reyes de los anglosajones, dueños ya a partir de Athelstan de toda Inglaterra, adoptaron diferentes títulos como Rex Angulsæxna (rey de los anglosajones) o Rex Anglorum (rey de los ingleses) y finalmente en el siglo XI la última expresión se consolidó, y el vocablo "ingleses" desplazó definitivamente al de "sajones".
En las
lenguas celtas, el nombre de los sajones fue el que tuvo mayor arraigo, como por ejemplo: Sasana en
gaélico irlandés; Sasainn en
gaélico escocés; Lloegr para el territorio, pero Saeson como
gentilicio, en
galés y Bro-Saoz en
bretón.