martes, 8 de abril de 2008

Historia

Prehistoria

Los primeros habitantes
El continente europeo tiene al noroeste un conjunto de islas conocidas antiguamente como las Bretañas (Britanias), siendo la Gran Bretaña la más importante por su tamaño, (de ahí ha tomado el nombre de Gran Bretaña). La isla era relativamente insignificante en la historia de la civilización occidental. Se conservan pocos indicios del idioma o civilización de los primeros habitantes, tan sólo monumentos megalíticos, tales como Stonehenge, que datan de la edad del bronce (hacia el 2300-800 a.C.).
Sus primeros habitantes llegaron a pie hace 210.000 años, en un periodo de glaciación, gracias a que Gran Bretaña estaba unida al continente, ya que el nivel del mar estaba cien metros por debajo del actual. Los primeros asentamientos de estos habitantes se realizaron en torno a lo que hoy es el Gales meridional y la zona occidental de Inglaterra. El Homo sapiens apareció hace 30.000 años, con presencia numerosa a finales de la última glaciación, hace 13.000 años.
En el 7500 adC está datado el centro mesolítico maglemosiense de Star Carr, Yorkshire. La cultura tardenosiense llegó más tarde, en dos oleadas. Maglemosienses y tradenosienses eran cazadores y recolectores y los primeros conocían el hacha y los sistemas de tala.
Llegó a continuación la cultura aziliense, con asentamientos en las costas. Se conservan muy pocos restos, debido, quizá, a que en 5000 adC, el deshielo separa Gran Bretaña del continente.

La llegada de las culturas agricultoras

Stonehenge, un monumento megalítico del Neolitico y de la Edad de Bronce en Wiltshire, supuestamente erigido entre 2000-2500 adC.
En 3800 adC llegaron por mar los primeros colonizadores agricultores. Se asentaron en Wessex y durante decenas de años convivieron con los maglemosienses de las selvas, los tardenosienses de los valles fluviales y los azilienses de los litorales. El éxito acompañó a esta cultura de agricultores y pastores, llamada de Windmill Hill por el lugar donde apareció un rico yacimiento, que en 3000 adC estaba extendida por Gran Bretaña e Irlanda. La necesidad de sílex forzó la primera explotación minera. Se han encontrado sepulturas en forma de largos túmulos de tierra y yeso. Los más largos se denominan bank barrows y el resto long barrows.
En 2800 adC está datado el monumento megalítico West Kennet Long Barrow, consecuencia de la llegada de un primer contingente de constructores, que se mezcló con la cultura de Windmill Hill. Un segundo contingente desembarcó más tarde en el sudoeste de Escocia y norte de Irlanda, con asentamientos en Man, Gales y Derbyshire. A Irlanda llegaron después los constructores conocidos como cultura de Boyne. Los contactos entre cazadores y agricultores dieron origen con el paso del tiempo al comercio. La cultura de los pueblos del neolítico secundario, llamada de Peterborough por un yacimiento allí encontrado, incluye la caza y la pesca junto con la agricultura y la cerámica. Otros grupos culturales son los de Rinyo-Clacton, establecidos en el norte de Escocia y sudeste de Inglaterra y el de Dorchester en el valle del Támesis. Aparecen también factorías de hachas. Datados en el 2600 adC, se localizan en el sur de Inglaterra numerosos terraplenes circulares, con un acceso, denominados henges. En 2300 adC se efectúa la primera construcción de Stonehenge.

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